Gastrobar Villanos
De paseo hacia Madrid Río, me encontré con un nuevo local: Gastrobar Villanos, en la Glorieta de Pirámides frente al antiguo y castizo Puente de Toledo. Me gustó el nombre y entré.
En un espacio agradable, cuidado, funcional y moderno, me acomodé en una mesa delante de la
ventana. Me sirvieron una cerveza fría y bien tirada acompañada de una copiosa y excelente tapa de burrata en ensalada.
Con este buen comienzo entré en conversación con el atento y correcto camarero.
De la cocina se encarga el joven chef Ramón Marcos, titulado en la Escuela de Hostelería de Alcalá de Henares y con experiencia en cocinas asiáticas y europea, lo que se refleja en la atractiva carta que nos ofrece.
Me he apuntado al sugerente menú degustación.
Me he apuntado al sugerente menú degustación.
La historia de este proyecto se empezó a escribir hace mucho
tiempo cuando dos amigos, Alfonso y Octavio, en las noches calurosas de
verano, con unas cervezas, fantaseaban con la utópica y descabellada
idea de tener su propio bar.
Ya situados profesionalmente, esa idea, volvía intermitentemente hasta que resurgió con fuerza para quedarse y avanzar, decidida, derrotando vértigos y temores, planos, permisos, obras y más permisos hasta convertirse en Gastrobar Villanos.
Aunque abierto hace poco, ya cuenta con sus incondicionales que tienen en Gastrobar Villanos su punto de encuentro y de charletas.
Sí, continuamente se abren locales en Madrid, pero éste no es uno más